Huérfanos de la Pandemia
* Nota publicada en Revista Hamartia
En los comienzos de la Pandemia se decía que estábamos ante un virus que afectaba principalmente a la población mayor, por lo que se suponía que los jóvenes y niños y niñas no serían víctimas. Sin embargo, el Covid comenzó a afectar a personas de todas las edades de manera directa y a muchos niños y muchas niñas que resultaron víctimas, indirectamente, de aquellas muertes adultas.
La Pandemia ha causada la muerte de millones de personas y, más allá de la enorme pérdida afectiva que puede significar perder a un familiar, en cualquier contexto, cantidades de niños y niñas han quedado huérfanos y huérfanas, o sin la contención emocional y/o económica que podría aportar un abuelo o una abuela.
Según un informe de la revista especializada Lancet, "a este ritmo, un niño queda huérfano cada 12 segundos debido a una muerte relacionada con la COVID-19, y la cifra va en aumento. Nuestras estimaciones más recientes revelan que, por cada 2 adultos que mueren a causa de la COVID-19, un niño se queda sin un familiar que los cuide". A cifras de hoy, donde la suma global supera los 4.5 millones de personas, estamos ante más de dos millones de niños y niñas no tienen quién los cuide.
El informe, basado en los casos hasta el 30 de abril del 2021, presenta a Argentina como uno de los países afectados por esta problemática e indica que son más de 14.000 los que han perdido a un familiar que cumplía con el rol de contención y sostén económico. Si actualizamos los fallecimientos a la fecha (pasando de 63.865 a los 111.607 de finales de agosto), el número de menores de 18 años afectados de manera directa por el fallecimiento de un familiar es de 24.700, aproximadamente.
En un artículo publicado por Laura Rawlings y Susan Hillis en el blog del Banco Mundial se precisa que "las amenazas de la pobreza, la malnutrición, el desplazamiento y la separación de los hermanos u otros miembros de la familia, la deserción escolar, la depresión, la violencia y el matrimonio infantil pueden surgir repentinamente de la caja de Pandora de la COVID-19".
De modo que la Pandemia no solo tuvo un impacto negativo en la economía del país de manera general, sino que para muchos niños y niñas el golpe ha sido directo, no solo por lo que significa la pérdida de un familiar desde el sentido emocional, sino por dejar de contar con el sustento económico del núcleo.
Aquellos gobiernos que optaron por priorizar la economía por sobre la salud, como Bolsonaro en Brasil, López Obrador en México o Trump en Estados Unidos en la región, son los que mayor impacto están teniendo en este sentido, con cada nación superando los 150.000 afectados que quedan sin ningún familiar a su cargo.
Esta problemática no es solo argentina o de la región, si no que afecta a decenas de países del resto del mundo. Sin embargo, en gran parte de las naciones de ingresos altos y medianos la tendencia de fallecimientos por Covid es a la baja debido a los volúmenes de vacunación, mientras que en los países de ingresos bajos las vacunas no llegan y la tendencia es de mayor cantidad de muertes.
Utilizando el rastreador mundial de vacunación contra el Covid19 del New York Times (datos de Our World in Data) podemos visualizar que países como Emiratos, Uruguay, Qatar, Malta, Singapur, Chile, Dinamarca, Portugal, Islandia y Bélgica tienen más del 70% de la población vacunada con ambas dosis contra el virus. Congo, Haiti, Chad, Burkina Faso, Tanzania, Sudán del Sur, Mali, Camerún y otros 44 países no tienen siquiera el 10% de su población con una sola dosis.
De modo que mientras que parece que la salida a la Pandemia está cerca gracias a las diferentes vacunas, hay 28 países del mundo (21 de África, 5 de Medio Oriente, Haití y Papúa Nueva Guinea) que han vacunado a menos del 3% de su población con una sola dosis.
Según un artículo publicado en el periódico The Guardian (Inglaterra), los países del G7 (Francia, Alemania, Italia, Japón, Estados Unidos, Inglaterra y Canadá) dispondrán de un stock de 1 billón de vacunas sin usar para finales de este año. Para alcanzar esa cifra de vacunas, algunas potencias incluso han utilizado el fondo Covax (organizado por la Organización Mundial de la Salud), que debía servir para llegar a aquellas naciones sin acceso a las vacunas.
Siguiendo con el rol de dicho fondo, un artículo de AP Noticias reveló que mientras que éste se había comprometido a distribuir casi 2 billones de vacunas entre los 92 países de menores ingresos para finales del 2021, de momento sólo se entregaron 196 millones (10%) y países como Canadá, Australia y Nueva Zelanda hicieron uso de ellas cuando otros países, como Venezuela, aún no obtuvieron dosis alguna.
A su vez, mientras que en países como Estados Unidos, Inglaterra e Israel se avanza en una tercera dosis para la población mayor de 60 años, esos 92 países más necesitados no alcanzaron a vacunar siquiera al 30% de su población con una dosis.
Retomando el artículo publicado en el blog del Banco Mundial, es fundamental que se profundice el proceso de vacunación en todo el mundo y se pueda trabajar en el capital humano de los niños porque no solo es su futuro el que está en juego, sino que son esenciales para garantizar también el futuro de sus comunidades y países.
La enorme cantidad de niños que han quedado huérfanos debido a la Pandemia del Coronavirus es otra de las caras ocultas del Covid 19 y solo un mundo más justo, donde se pueda vacunar a la población mundial y no solo a aquella de países desarrollados, podrá evitar el crecimiento de la cifra actual.