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Un Viaje al Litio

Las vacaciones sirven para desconectarse, dicen, pero ¿qué ocurre cuando uno efectivamente lo logra, pero al mismo tiempo se conecta con algo nuevo? De hecho, con algo que luego cuesta aún más desconectarse. Siempre me pareció ridículo aquellos que luego de un viaje afirmaban "me cambió la vida", "soy otra persona", "hice el click", etc.

 

A mí por lo menos no me ocurrió nada de ello, pero sí logré dimensionar en primera persona una situación que hacía unos dos años había conocido por un trabajo que tuve que realizar en la Maestría sobre la empresa de autos eléctricos TESLA: La explotación del litio, o el denominado "oro blanco".

Problema porque la historia es siempre la misma en nuestro país, en nuestro continente y en la mayoría de los países del (tercer) mundo: para hacerse con el metal se destruye parte del territorio, se utilizan innumerables recursos naturales, se contamina toda la zona de extracción y se llevan toda la riqueza al extranjero dejando ruinas y más pobreza.

"Acá es siempre lo mismo, vienen por algún mineral y nos dejan miseria", transmitió casi rendida Silvia, una de las guías de las Cuevas del Wayra y Aguirre, perteneciente a la Comunidad del Inca, en Tilcara, Provincia de Jujuy. La pequeña comunidad Inca vive una situación muy similar en su territorio: apareció una familia que supuestamente es dueña de todas las tierras en la que habita la comunidad (hace cientos de años) y ya tienen en mente hacer un recorrido turístico y una explotación masiva de las Cuevas del Wayra.

"Ya hubo experiencias similares en Tilcara. Se adueñan de una zona, por turismo o por explotación de minerales, se vuelven millonarios y luego construyen una salita de salud o un jardín para mostrar su amor por la comunidad". La realidad de los pueblos originarios se repite en todo el territorio argentino, basta con ir a la Patagonia para repetir la secuencia.

 

El litio es un metal de color blanco plata en su estado puro y la minería del litio se desarrolla de dos maneras: yacimientos en vetas y salmueras naturales. Son pocos los países en el mundo que poseen reservas de Litio, y más allá de las mismas solo unos pocos cuentan con reservas que son fáciles de extraer: Argentina, Chile y Bolivia son líderes en este campo. En nuestro país, la mayor actividad se desarrolla en Jujuy y Catamarca, aunque Salta comienza a ocupar un lugar de peso en este último tiempo.

 

Según la Secretaría de Minería, el uso del Litio es principalmente para la producción de baterías, representando un 39% del total (baterías para teléfonos celulares, computadoras portátiles, herramientas eléctricas y vehículos híbridos o eléctricos). Este número tiende a crecer por la escases del petróleo y la producción a gran escala de productos eléctricos, funcionando principalmente a batería. Claro está, aumenta la demanda, aumenta el precio.

 

El banco HSBC, presentó un informe en el cual indicó que el precio del litio aumentará un 150% para este año y que su demanda crece 2,5 veces por año. En Argentina se producen unas 40.000 toneladas por año, pero ya se está avanzando con la explotación de nuevos yacimientos, por lo que se estima que ese número se triplicará en el corto plazo. Para profundizar sobre el tema a nivel técnico les recomiendo un informe de la UNLP llamado "Litio, un tesoro escondido en la Puna Argentina"

"Vienen por el Litio" se escucha en Tilcara, también en Iruya, y por qué no en Humahuaca y Purmamarca, donde se ven hoteles nuevos, algunos en lugares impensados. El negocio del turismo avanza y ya no es más ese viaje que se hacía a dedo con la mochila, sino que se ve una mutación paulatina hacia algo más sofisticado, y el negocio del Litio también acelera sobre parte del territorio, produciendo nuevos millonarios, o más ricos o los ya ricos...

El informe de la UNLP mencionado anteriormente destaca algo vital para entender el rol del estado en la explotación del metal: “En Argentina no hay un marco legal que regule la extracción del litio. Se trata de un acuerdo entre privados donde las empresas internacionales extraen el litio y se lo llevan. Los salares en general son propiedad de particulares. El litio se extrae sin ninguna rentabilidad para el Estado; la única ganancia deriva de los impuestos que pagan las compañías por desarrollar sus actividades en nuestro país”. ¿Se entendió bien esto, no?

 

"A Evo Morales se lo cargaron por el Litio" también deslizan en el norte argentino. El proyecto de Bolivia en relación al metal es completamente diferente: "La Estrategia Nacional de Industrialización de los Recursos Evaporíticos de Bolivia tiene tres fases: a) la explotación de carbonato de litio; b) la industrialización; y c) la comercialización, y se realiza bajo la dirección y con financiamiento nacional hasta la producción de baterías". Evo incluso llegó a proponer crear una planta de fabricación de vehículos eléctricos, pero claramente, no cayó bien en el mundo empresarial, principalmente en Estados Unidos.

 

"No les molesta que sea indio, les molesta no tener el poder por primera vez en mucho tiempo" declaró el propio Evo luego del golpe, y agregó que "como Estados Unidos quedó fuera, ahí empezó el problema". El gobierno de Bolivia realizó acuerdos con China y Alemania para la explotación del Litio, dejando afuera a la potencia del norte.

 

¡En nuestro país ni siquiera podrían voltearnos a un presidente porque el Litio ya está en manos privadas! Si bien el Litio se descubrió hace 200 años, se explota en mayor volumen desde el 2002. Argentina nunca llegó a tener peso sobre este metal, las provincias siguen negociando mano a mano con empresarios (¿sacará alguien una tajada?...) y los pueblos aún no se bañan en el oro blanco que supuestamente derrama la riqueza de los ricos. Lamentablemente, esa lluvia de oro no solo que no parece llegar, sino que se profundizará la sequía en los pueblos norteños debido al excesivo uso del agua que requiere la explotación minera.

 

"Nos vamos a quedar sin agua, no vamos a poder cultivar, y quien te dice hasta contaminan el agua potable con los químicos que utilizan" temen en la Comunidad Inca de Tilcara. Aunque no salga en los grandes medios, la lucha está vigente y las comunidades originarias se siguen plantando. Una de las limitaciones es la falta de comunicación, como no hay señal en las zonas de montañas es difícil dar aviso cuando se presenta una actividad que necesitan detener mediante la manifestación. De más está la aclaración de que en la mayoría de las protestas son reprimidos por las fuerzas de seguridad del gobierno provincial.

Un viaje al norte de nuestro país, un viaje al litio y a la lucha de las comunidades que siguen luchando por su territorio, que también es nuestro territorio y ellos son los guardianes de nuestro futuro.

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